La ministra de Seguridad lanzó rápidamente, en paso de comedia, un alerta a las fronteras por el posible “desbande” de integrantes del Comando Vermehlo a raíz de la operación del gobernador bolsonarista Claudio Castro en Río de Janeiro. Aprovechó para posicionar a su segunda, Alejandra Monteoliva, como su sucesora.
