El Presidente reconoció que “se desaceleró fuertemente la actividad económica”, pero intentó culpar al “contexto electoral” y a la oposición. “Quieren instalar que la gente me odia”, lanzó sobre las protestas en Ushuaia y consideró que en los comicios “lo que cuenta es cómo queda” el Congreso. Su floja defensa de Espert.